jueves, 11 de octubre de 2012

Cuidado con las etiquetas que se le ponen a los niños(Travieso, Malcriado, Llorón, Tímido).

(guiamamaybebe)

En el transcurso del primer al segundo al segundo año de vida los pequeños muestran muchos rasgos de su personalidad, entremezclados con ciertos comportamientos que se pueden llamar evolutivos y que son, además de pasajeros, comunes en casi todos los chiquititos de edad.

 

La terquedad (necesaria para autoafirmarse y descubrir quien son) es uno de los rasgos de esta etapa en la que se rebelan contra todo formalismo y rutina: cambiarse el pañal, sentarse en el coche.
Lo mismo ocurre con la posesividad (es la etapa del “¡mío!”) y otras muchas actitudes que demuestran que su relación con el mundo no siempre es fácil: rompen todo lo que pasa por sus manos, lloran cuando no pueden expresarse… Es difícil valorar que comportamientos de tu hijo son registros propios de su desarrollo y cuales muestran rasgos de personalidad. Por eso resulta muy importante tener cuidado con lo que esperas de ellos y con las etiquetas que les pones en este momento: no solo van a ser nocivas para su autoestima, sino que además pueden resultar opuestas al verdadero yo que reside en su interior y por tanto, impedir su correcto desarrollo emocional.

Ustedes son los espejos de sus hijos: sus mensajes y opiniones sobre ellos, lo que les dicen y les muestran con gestos, conforman su autoestima, la opinión que los niños tienen de si mismo, lo que creen que valen. Y son los mensajes que reciben de sus padres (y los de nadie mas) los que conforman la imagen que tiene de si mismos, puede que la abuela diga: “Es un caprichoso”; pero si los padres no opinan lo mismo y se lo hacen saber de diferentes manera, el niño no se sentirá marcado por esa etiqueta. Cuando describes a tu hijo como “Torpe”, “Llorón”, “Terco”, “Flojo” o “Maleducado”, el niño concluye que esas deben ser sus cualidades y sin dudarlo (porque confía ciegamente en sus padres), las incorpora como parte de su grupo personal y afectivo con el que va a contar para crecer.

Tímido (“Es un Antisocial” , “Es muy Callado”)
Un niño tímido es un pensador, un observador de la vida, un intelectual en miniatura, maestro de las pequeñas cosas y muy disciplinado, que disfruta los placeres más sencillos. Huye de las multitudes, pero se siente como feliz cuando esta con los suyos.

Travieso (“Es un desobediente”, “Es un insensato”)
Este pequeñín es un explorador nato, un valiente, una personita que sabe asumir ciertos riesgos puede tener buena recompensas. Su creatividad es desbordante y siempre sabrá ver en las cosas más sencillas las utilidades mas complicadas

Llorón (“Llora para todo”)
El don de la comunicación es solo para unos pocos. Y estos niños son grandes comunicadores. Capaces de albergar en su interior gran variedad de sentimientos, su limitado lenguaje aun no les acompaña para expresarlos y los comunica mediante llanto

Caprichosos (“Es un testarudo”, “Todo lo quiere ya”, “No sabe esperar”)
Lo tiene claro y sabe como, cuando y donde lo quiere. Con gran determinación, un carácter de fuego y una capacidad de perseverar en sus empeños, este niño se mueve con los ojos bien abiertos y un gran poder de discriminación. Es un gran luchador.

Desobediente ( “Es un diablillo en persona”)
Aquí tenemos a los niños más incomprendidos e injustamente tratados. Son hipersensibles (aunque parezca duros como piedras), muy inteligentes y necesitados de atención al extremo. Tras las maldades y egoísmos de este chiquitín se esconde una criatura excepcional que necesita ser descubierta y acompañada porque a menudo se siente solo. Tras su desobediencia se están expresando un deseo profundo de cuestionar lo establecido y sus negativas nos invitan a una interesante reflexión educativa. Es un diamante en bruto que necesita ser pulido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario