domingo, 23 de septiembre de 2012

El cambio de hora en Otoño y los niños

Los cambios de horario no suelen afectar a los lactantes

Mientras los lactantes "raramente" notan los cambios de horario en otoño y en verano, los niños más mayores tienen que adaptar su alimentación y costumbres, "ya que tienen horarios sociales". Así lo explica el doctor José García Sicilia, coordinador de Atención Primaria del Hospital Infantil La Paz.     

El coordinador de Atención Primaria del Hospital Infantil La Paz, el doctor José García Sicilia, asegura que el cambio de horario de otoño no afecta a los niños tanto como el de verano. "Unicamente, condiciona a aquellos menores que, por estar en una edad más avanzada, ya tienen horarios sociales", afirma el también vicepresidente de la Asociación de Pediatría de Madrid.

"El lactante de ocho o nueve meses raramente nota el cambio", explica García Sicilia. Los niños un poco más mayores lo acusan  porque ya tienen obligaciones sociales. De hecho, al acudir a la escuela una vez atrasada la hora, "tienen que comer cuando no tienen apetito". Hasta que se adapten al nuevo horario, sus ciclos de sueño también pueden verse afectados.

En este sentido, Sicilia resalta que, al contrario que los adultos, los pequeños se adaptan mejor "porque tienen mayor elasticidad", si bien unos son más susceptibles de ser afectados que otros. "Estas alteraciones varían de unas personas a otras, como el jet lag", aclara.

No obstante, Sicilia mantiene que el cambio horario afecta a la sociedad en la medida que condiciona el reloj biológico de cada persona. Por ejemplo, una persona no se levanta de la cama naturalmente, sino que suele hacer un "esfuerzo para despertarse". "Nos cuesta readaptarnos. De hecho, nosotros no seguimos un ritmo habitualmente normal porque lo condicionamos socialmente", concluye.

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