lunes, 24 de septiembre de 2012

La autoestima en los niños pequeños: cómo fomentarla

 

Recibir cariño y afecto desde recién nacido hace que un niño se sienta querido y tenga una buena autoestima

La autoestima de los pequeños depende en gran parte de las relaciones afectivas, sobre todo, con sus padres. Ellos deben estar atentos de su confianza y de su propio respeto para que, según crezcan y se desarrollen, se acepten a sí mismos. Baja autoestima,temor a ser abandonado o problemas de aprendizaje en la etapa escolar son los riesgos que corre un niño que no se siente valorado. Este artículo explica por qué es importante buscar el equilibrio y cómo identificar la baja autoestima en los niños.

Diez consejos para fomentar la autoestima de nuestros hijos

Para expertos como Laia Margarit, psicoterapeuta infantil del centro de psicología Nuval, de Sant Celoni (Barcelona), hay unas claves que ayudan a los adultos a fomentar la autoestima de los niños:

  1. Aceptarlo y respetarlo como es, porque solo así aprenderá a aceptarse y respetarse.
  2. Transmitirle que es una persona única e irremplazable.
  3. Crear un clima que permita la comunicación y que se sienta escuchado. Huir, a su vez, de buscar momentos solemnes para hablar.
  4. La serenidad, el afecto y la estabilidad de los adultos permiten establecer una situación de seguridad.
  5. Ofrecerle y fomentar su autonomía e independencia para que gane seguridad en sí mismo, y no busque de forma constante la reprobación del adulto.
  6. No sobreprotegerlo; hay peligro de anularlo como persona.
  7. Enseñarle a marcarse objetivos asumibles. El adulto también debe pedírselos según sus capacidades, que no sean desmesurados. Es importante motivarlo a que tome decisiones, asuma riesgos y se responsabilice de ellos. No privarle de cometer errores.
  8. No fijarnos solo en aquello que no nos gusta o el pequeño hace mal. Hay que utilizar el refuerzo positivo: dar importancia a aquello que hace bien.
  9. No hacer juicios de tipo despreciativo ("eres tonto"), ni tampoco generalizaciones ("siempre lo haces mal"). Las aprobaciones y críticas deben ir dirigidas a su conducta y comportamiento, nunca a su persona. Es más importante, y más útil, que comprendan las consecuencias de lo que han hecho, que imponer un gran castigo, que no es más que una reacción de impotencia del adulto.
  10. Poner límites claros y mantenerlos, de manera firme pero siempre con actitud serena, no excesivamente autoritaria.

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